Anatomía de una subasta: cómo funcionan las pujas de la A a la Z - AUCBURG
Anatomía de una subasta: cómo funcionan las pujas de la A a la Z
El recorrido de cualquier objeto hasta una subasta comienza mucho antes de que llegue al catálogo. Primero, el propietario se pone en contacto con la casa de subastas, donde los expertos realizan una evaluación inicial. Su tarea es determinar la autenticidad, el origen (procedencia), el valor cultural e histórico, así como el estado actual del objeto.
El historial de propiedad de un objeto que confirma su autenticidad y origen.
Atribución
La determinación del autor, la época y el lugar de creación de una obra de arte o una antigüedad.
Estimación
La valoración preliminar del valor de un lote, expresada como un rango de precios (por ejemplo, de 10 000 a 15 000 dólares).
El recorrido de cualquier objeto hasta una subasta comienza mucho antes de que llegue al catálogo. Primero, el propietario se pone en contacto con la casa de subastas, donde los expertos realizan una evaluación inicial. Su tarea es determinar la autenticidad, el origen (procedencia), el valor cultural e histórico, así como el estado actual del objeto.
Tras confirmar el potencial del objeto para la subasta, se firma un contrato. A continuación, comienza la fase de investigación detallada y atribución. Los especialistas estudian archivos, consultan con colegas y redactan una descripción exhaustiva para el catálogo. Esta etapa es de vital importancia, ya que la confianza de los compradores depende de la exactitud de la información.
Basándose en la investigación, se establece una estimación, el valor de tasación preliminar del lote. No es el precio de salida ni el final, sino más bien un rango previsto dentro del cual, en opinión de los expertos, el lote podría venderse. La estimación sirve de guía para que los posibles compradores planifiquen su presupuesto.
El catálogo y la exposición previa a la subasta
Una vez que todos los objetos han sido estudiados y descritos, la casa de subastas elabora el catálogo. Hoy en día, existe tanto en formato impreso como digital, lo que lo hace accesible a coleccionistas de todo el mundo. El catálogo es la principal herramienta de venta, el escaparate de las próximas pujas.
Cada artículo del catálogo, denominado lote, va acompañado de información detallada. Esto permite a los compradores hacerse una primera idea de los objetos y elegir los que les interesan. La descripción estándar de un lote incluye:
Número de lote
Título y descripción del objeto
Nombre del autor o fabricante (si se conoce)
Datación y dimensiones
Materiales y técnica de ejecución
Procedencia e historial de exposiciones
Estimación
Aproximadamente una o dos semanas antes de las pujas, se inaugura la exposición previa a la subasta. Es una oportunidad única para que todos los interesados vean los lotes en persona, evalúen su estado, escala y méritos artísticos. En la exposición siempre hay especialistas de la casa dispuestos a responder preguntas y a proporcionar información adicional.
El catálogo y la exposición previa a la subasta
El momento de la verdad: cómo se desarrollan las pujas
Modalidad de participación
Descripción
Participación presencial
El formato clásico, en el que el comprador está presente en la sala y levanta su paleta numerada para pujar.
Puja telefónica
Un empleado de la casa de subastas llama al cliente y puja en su nombre en tiempo real.
Puja en ausencia
El comprador deja por adelantado la cantidad máxima que está dispuesto a pagar por el lote. El subastador pujará en su nombre hasta ese límite.
Puja en línea
Participación en la subasta a través de una plataforma de internet, donde las pujas se realizan en tiempo real.
El día de la subasta es la culminación de meses de preparación. La figura central de las pujas es el subastador. Su papel no se limita a dar un simple martillazo; es el director de todo el proceso, que debe sentir la sala, mantener el ritmo y garantizar la equidad y la transparencia de la puja.
La puja comienza con el anuncio del primer lote. El subastador dice su número, su título y normalmente empieza la puja con un precio ligeramente inferior al límite bajo de la estimación para estimular la actividad. A continuación, los participantes hacen sus pujas, aumentando el precio en un incremento determinado, que también anuncia el subastador.
Las subastas modernas ofrecen varias modalidades de participación, lo que las hace accesibles a clientes de cualquier parte del mundo. Entender cómo funcionan las subastas implica conocer estos formatos.
El subastador acepta pujas de la sala, de los participantes por teléfono y de internet hasta que solo queda un postor. Tras la advertencia «A la una... a las dos... ¡adjudicado!» y el golpe de martillo, el lote se considera vendido.
El momento de la verdad: cómo se desarrollan las pujas
El golpe de martillo y lo que sigue: la logística de la venta
El golpe de martillo fija el llamado «precio de martillo» (hammer price), la puja final por la que se vendió el lote. Sin embargo, esta no es todavía la cantidad que pagará el comprador. Al precio de martillo se le añade la comisión de la casa de subastas, conocida como la prima del comprador (buyer's premium).
El coste final para el comprador se calcula mediante una fórmula sencilla. Esta estructura de precios es una práctica estándar en todas las casas de subastas. El importe de la comisión suele publicarse en las condiciones de la subasta y puede variar.
Precio de martillo: El precio fijado en el momento del golpe de martillo.
Prima del comprador: El porcentaje que se añade al precio de martillo.
Precio final: La suma del precio de martillo y la prima del comprador (más los posibles impuestos y tasas).
Después de la puja, el ganador recibe una factura. El pago suele efectuarse en un plazo de varios días. Una vez que el pago llega a la cuenta de la casa de subastas, el comprador puede recoger su objeto. El departamento de logística ayuda a organizar el embalaje, el seguro y el envío de la compra a cualquier parte del mundo si es necesario.
El golpe de martillo y lo que sigue: la logística de la venta
Entre bastidores de la casa de subastas
El éxito de una subasta depende del trabajo coordinado de un gran equipo de profesionales, cuya labor a menudo permanece invisible para el público. Una casa de subastas es un mecanismo complejo en el que cada empleado desempeña una función única e importante.
Detrás del brillo exterior de las pujas se esconde el trabajo minucioso de numerosos departamentos. Su interacción garantiza un proceso fluido desde el primer contacto con el propietario del objeto hasta el momento en que el nuevo comprador recibe su adquisición.
Departamento de especialistas: Realizan la tasación, atribución e investigación de los objetos.
Departamento de catalogación: Preparan descripciones detalladas de los lotes para el catálogo.
Estudio fotográfico: Crea imágenes de alta calidad de los objetos para los catálogos impresos y en línea.
Departamento de marketing y relaciones públicas: Atrae la atención sobre las próximas pujas, trabaja con los medios de comunicación y los clientes potenciales.
Servicio de atención al cliente: Registra a los participantes, acepta pujas en ausencia y por teléfono, y asesora a los clientes.
Departamento jurídico: Redacta los contratos y vela por el cumplimiento de toda la normativa legal.
Departamento de logística: Organiza el almacenamiento, el transporte y la entrega de los objetos.
Es precisamente esta compleja estructura interna, basada en la pericia, la confianza y una organización impecable, la que ha permitido a las casas de subastas seguir siendo durante siglos el principal mercado para las obras de arte y antigüedades más valiosas.