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Propuesta de venta única (USP) del portal. Esta sección no solo informa, sino que enseña acción activa, creando un núcleo de audiencia comprometida y leal.

Las casas de subastas, consideradas en su día un bastión del conservadurismo, están entrando activamente en la era digital. Hoy en día, participar en una puja ya no requiere la presencia física en la sala. Gracias a las aplicaciones móviles y las plataformas en línea, es posible pujar por obras de arte, antigüedades o coches de colección desde cualquier parte del mundo, con solo un smartphone a mano.

El precio de salida de un lote en una subasta rara vez se saca de la nada. Se basa en la estimación (estimate), que es el valor de tasación preliminar del artículo determinado por los expertos de la casa de subastas. No es el precio de venta exacto, sino más bien un rango previsto dentro del cual se espera que se venda el lote.

Para muchos, un subastador es simplemente una persona que habla rápido y golpea un martillo. En realidad, su papel es mucho más profundo y complejo. Es una figura clave de la que dependen directamente el éxito de la puja y el precio final del lote. No es un mero intermediario, sino un participante activo en el proceso, que gestiona la dinámica y el ambiente de la sala.

Además de las subastas públicas clásicas, donde decenas de participantes compiten por un lote, existen otros formatos menos publicitados. Entre ellos se encuentran las ventas privadas (Private Sales) y las subastas benéficas. Cada uno de estos formatos tiene sus propias especificidades, objetivos y reglas de participación, atrayendo a audiencias diversas.

La subasta holandesa, también conocida como subasta inversa, cambia fundamentalmente la lógica habitual de las pujas. En lugar de que los participantes aumenten sus ofertas, el subastador comienza con un precio deliberadamente alto y lo va reduciendo gradualmente en incrementos definidos.

Participar en una subasta puede ser emocionante, pero la euforia de ganar un lote a menudo se convierte en sorpresa al ver la factura final. El precio al que el subastador baja el martillo (precio de martillo) está lejos de ser la cantidad final que tendrá que pagar. Existe todo un sistema de cargos adicionales que aumentan significativamente el costo final.

Christie's, fundada por James Christie en 1766 en Londres, es considerada con razón uno de los pilares del mercado del arte mundial. En sus más de 250 años de historia, la casa se ha ganado una reputación como guardiana de las tradiciones, especializándose en la venta de obras de arte de la más alta calidad. Es aquí donde a menudo se establecen récords mundiales de precios para pinturas y esculturas.

El primer y uno de los pasos más importantes para vender con éxito una colección es la elección correcta de la casa de subastas. No todas las subastas son iguales: algunas se especializan en pintura de los grandes maestros, otras en arte contemporáneo, y otras en numismática o muebles antiguos. Es crucial encontrar una casa cuya especialización coincida con el perfil de tu colección.

El camino hacia la primera adquisición en una subasta comienza con las formalidades. Para acceder a la puja, es necesario completar el proceso de registro en la plataforma de subastas elegida. Este proceso suele requerir la provisión de datos personales y de contacto verídicos, que se utilizarán para la comunicación y la formalización de documentos en caso de ganar.

El éxito en una subasta rara vez es casualidad. Detrás de cada compra ventajosa hay un cálculo frío, una comprensión de la psicología y una estrategia de puja, o bidding, correctamente elegida. El conocimiento de diversas tácticas permite no solo controlar el curso de la puja, sino también ejercer presión psicológica sobre los rivales, haciéndolos dudar y retirarse.

Las subastas crean un entorno único donde el pensamiento racional a menudo cede ante las emociones. Los organizadores y subastadores utilizan hábilmente desencadenantes psicológicos para incitar a los participantes a realizar pujas más altas. Las dos trampas más comunes son el efecto de dotación y el ardor competitivo.

Mucha gente percibe el catálogo de una subasta como una revista de lujo con imágenes bonitas, sin embargo, su función principal es completamente diferente. En esencia, el catálogo es un documento legal que establece los términos de la transacción entre la casa de subastas y el comprador. Todas las descripciones, tasaciones y términos presentados en él forman la base del contrato de compraventa.

Las subastas presenciales tradicionales atraen por su atmósfera única. La tensión en la sala, el golpe del martillo del subastador y la oportunidad de inspeccionar los lotes en persona crean una experiencia única. La presencia física permite no solo examinar detalladamente el objeto de la puja, sino también observar el comportamiento de otros participantes, interpretando sus intenciones y su nivel de interés.

La inmersión en el mundo de las subastas comienza con la comprensión de tres conceptos sobre los que se sustenta todo el proceso de la puja. Estos son la estimación preliminar, la propia puja y el precio final. Sin una clara distinción entre estos términos, es fácil confundirse y tomar una decisión equivocada.

El recorrido de cualquier objeto hasta una subasta comienza mucho antes de que llegue al catálogo. Primero, el propietario se pone en contacto con la casa de subastas, donde los expertos realizan una evaluación inicial. Su tarea es determinar la autenticidad, el origen (procedencia), el valor cultural e histórico, así como el estado actual del objeto.

En el arsenal de un vendedor de antigüedades en línea, solo hay dos herramientas principales para una venta exitosa: la fotografía y la descripción. Son estos dos elementos los que le dan al comprador una idea completa del artículo que no puede ver en persona.

Muchos coleccionistas consideran convertir su afición por las monedas en una fuente adicional de ingresos. Para aquellos que deseen probarse en el rol de vendedor, se ha creado un curso de formación especial que ayudará a dar los primeros pasos en el mundo del comercio numismático.