Peritaje de libros antiguos: papel, encuadernación y tipografía - AUCBURG
Peritaje de libros antiguos: papel, encuadernación y tipografía
El papel es uno de los principales marcadores de la edad de un libro. Hasta mediados del siglo XIX, para la impresión se utilizaba el llamado papel 'de trapo', fabricado con lino o algodón. Es resistente, elástico al tacto y a menudo tiene una estructura reticular característica, visible a contraluz.
Análisis del papel: la primera clave para la edad y autenticidad
El papel es uno de los principales marcadores de la edad de un libro. Hasta mediados del siglo XIX, para la impresión se utilizaba el llamado papel 'de trapo', fabricado con lino o algodón. Es resistente, elástico al tacto y a menudo tiene una estructura reticular característica, visible a contraluz.
Con la aparición de la pulpa de madera, el papel se volvió más frágil y con el tiempo amarillea y se deteriora debido a la acidez. Un elemento importante de autenticación son las marcas de agua, o filigranas, — signos únicos del fabricante de papel que ayudan a datar la edición con gran precisión.
Composición: de trapo o de pulpa de madera.
Presencia y características de las marcas de agua (filigranas).
Grosor y densidad de las hojas.
Color y presencia de envejecimiento natural (por ejemplo, 'manchas de zorro' o foxing — puntos marrones por la oxidación del hierro en la composición del papel).
La encuadernación: historia y estado del libro
Tipo de encuadernación
Características distintivas
De cuero
A menudo tiene gofrado (en seco o dorado), cierres metálicos (broches), con el tiempo se oscurece y se agrieta.
De pergamino
Rígida, de color claro, con el tiempo puede alabearse por la humedad.
De tela (percalina)
Aparece en el siglo XIX, es más susceptible a la suciedad y al desgaste en las esquinas.
Mixta
El lomo y las esquinas están cubiertos de cuero o tela, y las tapas están forradas de papel.
La encuadernación no solo protege el cuerpo del libro, sino que también contiene información sobre la época de su creación y su historia. Una encuadernación original, 'de época', aumenta significativamente el valor de la edición. Los expertos analizan los materiales con los que está hecha y la tecnología de su creación.
Las encuadernaciones tempranas a menudo se hacían con tablas de madera cubiertas de cuero (de cerdo, de ternera) o pergamino. Más tarde se empezaron a usar cartón y telas, como la percalina o el tafilete. Es importante prestar atención a las huellas de desgaste: deben ser naturales y corresponder a la edad supuesta del libro.
Las restauraciones posteriores o el reemplazo completo de la encuadernación (reencuadernación moderna) pueden identificarse por los materiales nuevos, el uso de adhesivos modernos o la falta de correspondencia del estilo de la encuadernación con la época de la edición del libro.
La encuadernación: historia y estado del libro
La tipografía y la tecnología de impresión como marcadores de una época
El método de impresión y el tipo de letra son elementos clave para datar un libro. En las primeras ediciones (incunables) es característica la composición manual, por lo que las letras pueden tener ligeras diferencias en su disposición y presión. La impresión del tipo metálico a menudo dejaba una hendidura en el papel, que se puede sentir al tacto.
Las tipografías también evolucionaron con el tiempo. La letra gótica, característica de los primeros libros impresos, fue reemplazada por la Antiqua en la época del Renacimiento. Más tarde aparecieron tipografías específicas, como la tipografía civil de la época de Pedro el Grande en Rusia. La presencia de anacronismos en la tipografía es una señal segura de falsificación.
Con el tiempo, las tecnologías cambiaron. Los grabados en madera (xilografía) dieron paso a grabados en cobre más detallados (aguafuerte, grabado a buril), y luego a la litografía. La naturaleza de las ilustraciones y su método de ejecución deben corresponder al tiempo de impresión declarado del libro.
La tipografía y la tecnología de impresión como marcadores de una época
Detección de copias facsímiles y páginas restauradas
Las tecnologías modernas permiten crear falsificaciones de alta calidad, pero un análisis cuidadoso ayuda a detectarlas. Las copias facsímiles, a diferencia de los originales, a menudo se imprimen con métodos modernos que no dejan una impresión en relieve sobre el papel.
Las páginas restauradas o insertadas son otro problema común. A menudo, los falsificadores añaden páginas faltantes de otro ejemplar menos valioso o las imprimen de nuevo. Dichas páginas se pueden identificar por varias señales.
Revisión del papel. Las hojas insertadas pueden diferir en color, grosor, textura o marcas de agua. Una lámpara ultravioleta ayuda a detectar el papel moderno, que brilla debido a los blanqueadores ópticos.
Análisis de la impresión. En las páginas facsímiles a menudo es visible una trama de puntos, característica de la impresión digital, que se puede observar con una lupa.
Inspección del cuerpo del libro. Preste atención a las costuras y al método de sujeción de las páginas. Las hojas ajenas pueden estar pegadas en lugar de cosidas, lo que rompe la integridad del bloque.
Comparación del desgaste. Las páginas restauradas a menudo parecen más nuevas que el resto, o tienen una apariencia envejecida artificialmente que no coincide con el desgaste natural del libro.