Cómo limpiar una moneda con fuerte oxidación: de la solución a la pátina - AUCBURG
Cómo limpiar una moneda con fuerte oxidación: de la solución a la pátina
Después de ser extraída de la tierra, una moneda antigua puede quedar completamente irreconocible. A menudo está cubierta por una gruesa capa de depósitos orgánicos, suciedad y densas oxidaciones que ocultan el relieve y el metal. En este estado, el artefacto requiere una limpieza cuidadosa y sistemática.
Estado inicial: la moneda bajo una capa de oxidación
Después de ser extraída de la tierra, una moneda antigua puede quedar completamente irreconocible. A menudo está cubierta por una gruesa capa de depósitos orgánicos, suciedad y densas oxidaciones que ocultan el relieve y el metal. En este estado, el artefacto requiere una limpieza cuidadosa y sistemática.
El ejemplar presentado, un kopek de la época de Alejandro I, es un claro ejemplo de este tipo de hallazgo. En su superficie se ha adherido densamente materia orgánica y se han formado fuertes oxidaciones, lo que hace imposible ver la imagen sin un tratamiento especial.
Preparación de una solución suave para la limpieza
Componente
Proporción
Sulfato de cobre
1 cucharada
Vinagre
100 gramos
Para eliminar la suciedad compleja de las monedas de cobre, se utiliza un método químico suave. Se basa en una solución de vinagre y sulfato de cobre. La única desventaja de este método es el fuerte olor a vinagre durante el proceso.
La receta para preparar la solución es sencilla y requiere el cumplimiento exacto de las proporciones.
Un punto clave en la preparación es el calentamiento adecuado. La solución debe calentarse, pero sin llevarla a ebullición. Es importante asegurarse de que todos los cristales de sulfato de cobre se disuelvan por completo. Si no se hace, los cristales restantes pueden dañar la superficie de la moneda, dejando puntos brillantes en ella.
Calentar la solución con cuidado. No usar fuego directo; lo mejor es un baño maría o una placa eléctrica.
No llevar a ebullición.
Disolver completamente todos los cristales de sulfato de cobre para evitar dañar la moneda.
Preparación de la solución suave para la limpieza
Fase 1: Tratamiento químico y limpieza mecánica
El proceso de limpieza comienza sumergiendo la moneda en la solución tibia durante 15 minutos. La reacción química comienza casi de inmediato, como lo demuestra la aparición de burbujas. Esta primera etapa ablanda la capa superior y más gruesa de suciedad y oxidación.
Después de mantenerla en la solución, la moneda debe sacarse periódicamente y enjuagarse con agua corriente. Para acelerar el proceso y minimizar el impacto agresivo de los productos químicos en el metal, se aplica una limpieza mecánica.
Con la ayuda de herramientas especiales, como un raspador y un cepillo de fibra de vidrio, se eliminan los depósitos ablandados. Este procedimiento ayuda a que la solución penetre más rápidamente en las capas más densas de oxidación y reduce el tiempo total de limpieza. El trabajo debe realizarse con cuidado para no dañar el relieve de la moneda.
Limpieza cíclica y retoques finales
La limpieza de una moneda muy sucia es un proceso cíclico. La moneda se sumerge alternativamente en la solución durante 15 minutos y luego se limpian mecánicamente las oxidaciones ablandadas. Este procedimiento se repite varias veces, en este caso, de cuatro a cinco ciclos.
Con cada ciclo, la moneda se vuelve más limpia y el relieve se hace más visible. Después de eliminar la mayor parte de la suciedad, pueden quedar pequeñas áreas duras de oxidación en la superficie en forma de puntos negros o verdes.
Estos defectos residuales se eliminan puntualmente con un raspador fino (por ejemplo, de 0.2 mm). Este trabajo minucioso permite obtener una superficie lo más lisa posible, lo cual es importante para la siguiente etapa: el patinado. Mantener la moneda en la solución durante mucho tiempo sin ayuda mecánica puede provocar un ataque desigual del metal y la aparición de cavidades.
Fase 2: Patinado y conservación
Después de la limpieza completa y el secado de la moneda, llega la etapa final: el patinado y la conservación. Este proceso no solo le da a la moneda un aspecto noble, sino que también crea una capa protectora contra la oxidación futura.
Para ello, se utiliza una mezcla de ungüento de azufre y pastel seco artístico. El color del pastel se puede elegir para obtener el tono de pátina deseado, por ejemplo, verde o marrón.
Aplicar una pequeña cantidad de ungüento de azufre en un cepillo de dientes.
Añadir polvo de pastel seco artístico.
Frotar uniformemente la mezcla resultante sobre la superficie de la moneda por ambos lados hasta obtener una capa homogénea.
Inmediatamente después de la aplicación, la capa puede desprenderse un poco, pero en el transcurso de una semana se absorberá en los poros del metal y se fijará.
El toque final: dar brillo y proteger
Para completar la conservación y dar a la moneda un aspecto acabado, se puede usar vaselina medicinal. Esta crea una barrera protectora adicional contra la humedad y otros agentes externos, además de dar a la superficie un ligero brillo «graso» que realza el relieve.
Se aplica una pequeña cantidad de vaselina a la moneda y se frota cuidadosamente con un paño suave. Después del pulido, la moneda adquiere un aspecto más fresco y cuidado. Como resultado de este enfoque integral, no solo se logra limpiar el artefacto de depósitos de muchos años, sino también asegurar su conservación durante mucho tiempo.